Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO -PARA SERVIR A TODOS

PARA SERVIR A TODOS

No tener el propósito claro nos hace perder el norte.

SÉ que el tema de ayer sobre el estupor y sus efectos en nosotros causó en muchos un revuelo por utilizar entre comillas palabras inadecuadas. Sin embargo, esta realidad acerca de nuestras vidas, pues el estupor nos conduce a decir y vivir cosas estúpidas, es verdad. En este caso y sacando el ejemplo de la propia Biblia, vemos a los discípulos de Cristo, personas que han sido capacitadas directamente por él, después de recibir la revelación de la muerte y resurrección del Maestro, lo único que tienen para discutir es: ¿quién es el mayor, en rango, entre ellos? Es decir, la típica pelea adolescente de quien es el hijo preferido surgió entre ellos. Lo mismo que sucede hoy día entre aquellos que pretende defender la sana doctrina criticando y menospreciando el servicio de individuos fieles a Dios y la iglesia, anteponiendo sus propios intereses sin importarles el valor añadido que se da en cada predicación, enseñanza o consejo dado.

“Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.”

Marcos 9. 34 RV60

Como ya lo he dicho en otros escritos en el reino de los cielos uno más uno es igual a lo que Dios quiera. La justicia de Dios en ningún caso es la justicia humana. Los pensamientos de Dios siempre son superiores a los nuestros. Servir es darse a los demás y de esta manera estamos demostrando el liderazgo dado por Dios a cada uno de nosotros. Lideramos, si, y esto conllevará triunfos y derrotas. Además, tendremos que soportar el menosprecio de los seres humanos, pero tengamos siempre presente: ¿quién fue quien nos llamó y de dónde nos ha sacado Dios?

“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.”

Marcos 9. 35 RV60

Debemos tener claro que estamos en la senda de llegar a la estatura de Cristo. Somos almas heridas sanando almas. No conozco al primer ministro de Dios, sea mujer o hombre perfecto, todos en alguna manera fallamos. Solo la gracia y la justificación que tenemos con Cristo hace posible que a pesar de nuestras imperfecciones, estemos sirviendo y ayudando a los demás. Amemos a la iglesia, a cada uno de sus miembros, imperfectos pero deseosos de buscar la verdad de Dios. No seamos piedras de tropiezo y facilitemos que los demás se acerquen a Dios.

Dios te bendiga.

PARA SERVIR A TODOS

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.

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