Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

POCO VALORADO

Para amar los demás primero tenemos que amarnos a nosotros mismos.

DENTRO del proceso de aceptación hacia los demás, nos encontraremos con esas barreras que son infranqueables. Todos los seres humanos tenemos carencias existencias que solo Dios puede suplir, por lo tanto, tratamos de acomodarnos a los demás para tener esa aceptación grupal requerida. De vez en cuando, surge una persona extraordinaria y rompe con esos moldes de manera natural influenciado por el Espíritu de Dios. Allí es cuando podemos encontrar personas que nos inspiran y alientan porque su vidas son un proceso de transformación constante y donde han llegado, anhelamos también llegar. En la Biblia, tenemos el mayor ejemplo Jesús de Nazareth. En estos próximos días abordaremos brevemente a un gran personaje bíblico Juan el Bautista.

“Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?”

Marcos 9. 11 RV60

Marcando esa diferencia entre Juan Bautista y Jesucristo, Marcos desnuda la verdad de Jesús relevando a Juan a un papel secundario pero determinante en el ministerio de Cristo. Juan el Bautista era aquel personaje que el profeta Isaías dijo que allanaría el terreno para que la extensión del reino de los cielos avanzara y se estableciera en la tierra. Juan el Bautista, estaba envestido con el mismo poder y autoridad que tuvo el profeta Elías, esto no significa en lo absoluto que el profeta Elías se encarnó en Juan, significa que los mismos frutos de arrepentimiento y acercamiento del reino de Dios que se manifestaron en Elías, ahora serán manifiestos en la vida de Juan.

“Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada?”

Marcos 9. 12 RV60

En la Biblia hay pocas cosas por descubrir, pero miles por revelar. Lo que se habló de Juan el Bautista, también se escribió de Jesucristo. Creo que como seres humanos estamos predestinados por Dios para conocerle y aceptar voluntariamente un estilo de vida que nos acerca a Dios. Este acercamiento llevará consigo que seamos poco valorados tal como Cristo, Juan, los apóstoles y muchos otros héroes de la fe, fueron rechazados y poco valorados. Pero, si Jesucristo el Hijo de Dios fue rechazado, ¿por qué debemos temer nosotros a la poca valoración que hagan los demás de nosotros? Tomemos la Cruz de Cristo cada día y sigamos la buena senda que nos llevará a extender el reino de los cielos entre las naciones.

Dios te bendiga.

POCO VALORADO

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.

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