LA RECOMPENSA
Invertir en el reino de los cielos es la mejor
estrategia que podemos tener en la vida.
SON muchos los que
consideran que llevar un estilo de vida cristiana es aburrida y sin mayores
consecuencias que los venideras en la eternidad. Sin el ánimo de hacer apología
la teología de la prosperidad, sinceramente esto no es así, es decir, la vida
cristiana está repleta de retos, luchas, contiendas, desafíos, metas por alcanzar
y desde luego, en cuanto a la parte económica cada cual vivirá lo que desee y
se proponga. Por mi parte, Dios a través de las muchas promesas bíblicas y el
ejemplo de Jesucristo me da la oportunidad de crecer en todos los ámbitos de mi
vida, por eso, tratare de vivir lo mejor posible, considerando la necesidad de
los otros pero entendiendo que Dios me da la oportunidad de administrar los
recursos que él me da para que prospere y con esa abundancia invierta en la extensión
del reino de los cielos y ayude al necesitado y desamparado tal como Dios lo
pide desde la época veterotestamentaria por medio de los profetas: cuidad a la
viuda, al huérfano y al extranjero.
“Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí,
nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido.”
Marcos 10. 28 RV60
Si, no existe cristiano que no tenga que
invertir en el reino de los cielos, pero también no se quedará sin recompensa por reclamar. Lo normal es dejar
aquellas amistades tóxicas que no nos convienen ni podemos hacer nada con ellos
en cuanto al tema salvífico. Los misioneros y llamados a las naciones tendrán que
dejar su patria, sus costumbres y cultura para adaptarse claramente al lugar
que Dios los llamó. También, en algunas ocasiones tendremos que considerar la
necesidad ajena antes que la nuestra y aportar lo necesario para el bienestar
de ellos.
“Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya
dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o
tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en
este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con
persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.”
Marcos 10. 29-30 RV60
En la tierra y en cielo recibiremos las recompensas
que Dios tiene asignadas para nosotros. Nadie se quedará sin ellas. los Dios es fiel y justo y nos dará
también conforme a la inversión o siembra que estemos aportando y no me refiero
a cuantía económica desde luego. Para Dios es mas valioso los peniques de una
pobre mujer necesitadas que los millones de un extravagante millonario. Invirtamos
en el reino de los cielos que seguramente cosecharemos a tiempo y fuera de él.
Dios te bendiga.
LA RECOMPENSA
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida
de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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