TU GARANTIA
Cuando tenemos un garante él se convierte en
nuestro salvaguarda.
SI lográramos comprender exactamente lo que ocurrió en la Paraíso
y la perdida de relación que teníamos con Dios, correríamos y permaneceríamos
en su presencia para nunca más volver hacer lo que hicieron Adán y Eva en el Jardín
del Edén. Quizá por medio de este ejemplo lo aclare un poco más: cuando vamos a
hacer una hipoteca, el primer garante delante el banco es el propio bien inmueble.
Pero, tenemos que traer un par de personas más que con sus casas garantizan que
nosotros pagaremos el compromiso económico que estamos adquiriendo con el banco.
Si en algún momento fallamos, el banco nos quitará el inmueble y le reclamará
el dinero a nuestros avales, por lo tanto, adquirimos un compromiso perpetuo
con aquellos que han sido nuestros garantes de vida. Algo similar ocurre con
nuestras vidas: desde que nacemos nuestro garante o aval de vida es Dios mismo,
pero en algún momento fallamos e inmediatamente le entregamos nuestra garantía de
vida al adversario. Por ello, comenzamos a oprimir y subyugar a los demás tal
como nos lo refleja las narraciones bíblicas. Cristo murió por nosotros para
darnos libertad y no para que vivamos sometidos a nada, ni a nadie. Desde luego,
tampoco se espera que nosotros seamos los que sometamos a los demás.
“Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor,”
Marcos 10. 43 RV60
De allí la importante de nunca olvidarse de donde
hemos salido. Muchos pasaron por las drogas, el alcohol, una vida inmoral, en
fin, cada cual sabe lo que ha vivido. Pero recordar que hemos sido rescatados
de un infierno y ahora gozamos de la paz y tranquilidad que solo se vive en el
Cielo de Dios, nos hace la vida más fácil a los demás también lo vivirán. Pero cuando
la religiosidad nos absorbe y oprime, hace que nos olvidemos del hueco de donde
hemos salido. Pero darnos a los demás y anteponerlos en servicio, nos ayudará a ser de ejemplo
para los demás.
“y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.”
Marcos 10. 44 RV60
Servir es más fácil de lo que consideramos. En muchas
ocasiones bastará con una sonrisa en un momento de angustia
para trasmitir el poder del Espíritu Santo. Compartir un café con un amigo y dar un buen
consejo nos ayudará a extender el reino de Cristo. ¿Qué tal dar
un abrazo a un desconsolado? O ¿Qué pasaría si visitáramos a los ancianos y los
huérfanos? No hace falta llevar una toga o sotana para servir, hace falta tener
un corazón dispuesto y Dios pondrá el resto.
Dios te bendiga.
TU GARANTIA
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida
de la Mente de Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el libro: “CÓMO ENTENDER QUE EL SACERDOCIO PRODUCE
EN MÍ, HOMBRÍA”, a través de este enlace:
Si quieres que estemos orando por ti, mándanos
por medio de las redes sociales o a través de estos contactos, tu petición.
web: https://www.agopla.com/[A1]
email: agopla1976@gmail.com
Podcats: https://anchor.fm/alfonso-gomez-plaza
Instagram: @agopla1976
FaithSocial: agopla1125695
Twitter: @devocinagopla
Facebook: fb.me/devocionalesponcho
WhatsApp: Tel + 44 7446 424456
Sky: live633268005c
Pinterest: agomezplaza
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCBNslYjN5a7vRk2z7w3Qqnw/featured?view_as=subscriber
Dios te bendiga y traiga siempre trayendo
revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario