UN HECHO CONCRETO
Dejemos de buscar en el lugar equivocado, solo
en Cristo hallaremos todo lo que necesitamos.
EL arte de servir se ha
aprender por lo tanto es algo que se ha de cultivar. En la vida cristiana el
servicio hace parte de nuestro estilo de vida. Por lo tanto, cuando Dios nos
encomienda una acción concreta, tendremos que aprender a diferenciar entre si es una vez o si se
tiene que hacer de manera continua. Por ejemplo, cuando el pueblo de Israel
pecó contra Dios en el desierto, fueron atacados por serpientes. A consecuencia
de ello, Dios le dijo a Moisés que levantará una serpiente de cobre en un asta,
cuando algún de ellos sufría un ataque y era mordido, al mirar la serpiente de
cobre eran sanados y curados. El problema surgió que esa serpiente de cobre era
para un momento especifico, pero el pueblo de Israel convirtió ese artilugio en
un elemento del santuario y no fue hasta cuatro siglos después en la reforma de
Josías que esta serpiente de cobre no fue eliminada. En la vida cristiana, nosotros
cometemos el mismo error, en muchas ocasiones Dios nos da una orden para un
momento concreto, pero nosotros lo volvemos eterno, simplemente lo volvemos común,
la hacemos parte de nuestro estilo de vida.
“Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo
necesita, y que luego lo devolverá.”
Marcos 11. 3 RV60
Dios mismo, en la persona de Jesucristo le dio órdenes concretas a los discípulos acerca de lo que debían hacer en una posible
población desconocida entre personas que no sabían quiénes eran ellos. Déjenme con
todo atrevimiento extrapolar este versículo al día de hoy: Jesucristo le pide a
un par de sus discípulos que tomen el carro del vecino sin pedir permiso, mucho
menos pedirlo prestado. La única solución que les da es: si alguien les
pregunta ¿por qué cogen el carro? Digan: ¡por qué Dios lo necesita! Y ellos, en su afán, lealtad y fe en Dios, van
y toman el carro y dicen: “!Ya lo devolveremos!
“Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del
camino, y lo desataron.”
Marcos 11. 4 RV60
En el reino de los cielos no tenemos papeles
secundarios, en el reino de Cristo, todos somos importantes para la extensión
de este. El papel principal siempre será de Dios, porque él es: “el autor y
consumador de fe” y nosotros lo único que debemos hacer es obedecer a Dios. Los
discípulos probablemente devolvieron el burro y no tomaron nuevamente otro y otro
burro con la excusa: “Dios lo necesita”. Este fue un hecho concreto y exacto. Esto
no fue un acto para toda la vida. Tenemos que aprender a tener una relación muy
cercana con el Espíritu de Dios y así obedecerlo cada vez que él nos de una
orden, actuando en un hecho concreto.
Dios te bendiga.
UN HECHO CONCRETO
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