DEVOCIONAL CRISTIANO
NO HABRÁ OTRO TIEMPO IGUAL
Ningún tiempo fue mejor.
¿CÓMO actuaríamos si supiéramos que este seria nuestra última semana de vida? He estado recordando cuando mi suegra partió a la presencia de Dios hace ya casi cinco años. Nunca había vivido una experiencia como esta, ella entró a cirugía para una biopsia y un mes después nos encontrábamos con su última semana de vida. Aquella semana sinceramente fue muy intensa para toda la familia: todos los días había video conferencias, ella se volvió a casar con mi suegro (estaban separados), se despidió de sus mejores amigas, hubo serenatas, visitas casi hasta el día en que su vida se apagó. Ella tuvo claro su prioridad de vida y porque había decidido creer el Jesucristo y tenía la plena seguridad que nos veríamos en la eternidad para juntos adorar a Dios, bajo esta convicción, tres días antes me despedí de ella, antes que fuera sedada y entrara en un coma profundo. Pero hay estaba la siendo cumplida la promesa que dice: Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
“Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!”
Marcos 13. 17 RV60
¿Cómo serán exactamente los hechos escatológicos que viviremos? ¿Qué sucederá precisamente en aquel día que se manifieste Cristo? Eso definitivamente lo dejo a la soberanía de Dios y simplemente lo aceptaré, de tal manera como afrontó mi suegra su destino final; recuerdo la vez que me pidió que dejará de orar por su sanidad, pues ella aceptaba que era su tiempo de estar con Dios y que también amaba ese momento y no quería que yo estuviera frustrado por estar orando por su sanidad milagrosa y no verla. También he de decir mi respuesta: “suegra, respeto tu decisión, pero no puede pedirme eso, porque hasta el momento mismo de tu partida, seguiré orando por ti”.
“Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá.”
Marcos 13. 18-19 RV60
Honestamente no me gusta dar mensaje pesimistas pero tampoco mentir en lo que debo decir, así nos acontecerá en los tiempos que han de venir. Pero no tenemos que temer. Afirmémonos nuestra relación con Dios y estemos con la fe puesta en Dios que él es fiel y verdadero. Dios no es hombre para mentir, nunca habrá un otro tiempo igual, tanto el presente como el que ha de acontecer. Por ello, vivimos como si mañana fuera el último, prediquemos el Evangelio de Cristo y permitamos que otros conozcan del amor de Dios para toda la humanidad.
Dios te bendiga.
NO HABRÁ OTRO TIEMPO IGUAL
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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