OBSERVA LO QUE HACES
He visto más abandonos del cristianismo por la religiosidad que por el ateísmo.
EL ser humano es difícil por naturaleza y por lo
tanto, buscará siempre tener la razón. No hace falta ser de una casta especial,
todos los seres humanos sin importar su condición socio cultural, buscarán la
dominación sobre los demás. Lamentablemente la iglesia no está excepta de vivir
este mal, no importa la denominación ya sean católicos, ortodoxos o protestante;
y una de las formas de pretender dominar es por medio de la religiosidad. Y,
cuando hablamos de religiosidad estamos sugiriendo a un sistema humano que se
lleva paralelamente a los deseos de Dios y de realizar Su voluntad, pero que en
realidad nada tiene que ver con los valores del Reino de Dios. Este sistema
religioso pretende ser exigente aun con el mismo Dios, anteponiendo sus leyes y
preceptos a los mandatos divinos. Este fue el gran pecado o error del pueblo judío,
el cual pretendiendo ser más bueno que Dios mismo, exigían miles de rituales,
actos y parafernalia exclusivista sin dar la oportunidad al resto de las naciones
de acercarse a Dios incumpliendo claramente el siguiente mandato: Y
acudirán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer.
Pero, ¿cómo acudirán a Su luz sí nosotros la hacemos exclusiva para un segmento
de los seres humanos?
“Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar
con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas,”
Marcos 12. 38 RV60
No digo que ya este libre de la religiosidad, pero cuando soy consciente
que estoy siendo religioso, me arrepiento y procuro corregir esa acción. El ser
religioso conlleva un sinfín de actos y dichos que nos atan aún más a su sistema.
Por ejemplo, criticar a los seres humanos, los cuales y por sus condiciones de vida los llevan a vivir
un estilo diferente al nuestro. Juzgar a las personas porque según nuestro criterios
no viven el mismo estilo de vida que el nuestro. Condenar a las demás denominaciones
por herejes y sin ni siquiera tratar de indagar en sus doctrinas y dogmas. Considerar
que tenemos la exclusividad de la salvación como iglesia o que nuestro sistema
de enseñanza es el único que sirve sin valorar el de los demás.
“y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las
cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas
oraciones. Estos recibirán mayor condenación.”
Marcos 12. 39-40 RV60
Hoy somos nosotros los discípulos que estamos escuchando esta enseñanza. Hoy
somos nosotros los responsables de eliminar de nuestras vidas la religiosidad.
Jesús de Nazareth fue altamente condenado por atacar la religiosidad de los Escribas,
Fariseos y Saduceos. Jesucristo nos dejó en ejemplo de como demostrar el amor
de Dios a toda la humanidad sin ser religiosos, sin imponer cargas pesadas,
trayendo la libertad a todos los seres humanos. Por eso él declaró: Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Dios te bendiga.
OBSERVA LO QUE HACES
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