Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

DEVOCIONAL CRISTIANO

NO ES CON NUESTRAS FUERZAS

Él es Dios todopoderoso y con su decir se hizo toda la creación.

ES muy frecuente esforzarnos para alcanzar nuestros objetivos. Cuando somos niños nos esforzamos para terminar la primaria. Esto nos llevará a desear terminar el Instituto y acceder así a la Universidad. Ya que estamos, haremos un Master y a quienes incluso llegarán a cursar un Doctorado. Toda esta estrategia académica es para lograr con nuestros esfuerzos llegar a las metas propuestas. Pero en algunas ocasiones, por no estar en sintonía o en línea con los cielos, tomamos malas decisiones y ese esfuerzo, pronto se convertirá en agotamiento y finalmente, como suele suceder abandonamos lo que comenzamos, convirtiéndonos así, en un bucle.

“PERO UNO DE LOS QUE ESTABAN ALLÍ, SACANDO LA ESPADA, HIRIÓ AL SIERVO DEL SUMO SACERDOTE, CORTÁNDOLE LA OREJA.”

Marcos 14. 47 RV60

Pedro se había esforzado hasta ese momento con todas sus fuerzas, inclusive consideró defender a Jesús de Nazaret como lo hubiera hecho uno de los oficiales del Rey David: Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga? No importa el esfuerzo y la fatiga que tengamos por hacer las cosas, que si no está en los planes de Dios, nada se cumplirá. Sin embargo, si todo nuestro esfuerzo está dentro de los planes divinos, tranquilos que no nos fatigaremos ni nos cansaremos, pues como dice el Profeta: pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

“Y RESPONDIENDO JESÚS, LES DIJO: ¿COMO CONTRA UN LADRÓN HABÉIS SALIDO CON ESPADAS Y CON PALOS PARA PRENDERME?”

Marcos 14. 48 RV60

La vida de Jesús de Nazaret ya estaba escrita. Él sabía por lo que tenía que pasar y vivir. El momento de su entrega pudo haber sido previa o un año después. Las personas que debían ejecutar la parte B del plan de la Salvación siempre tuvieron alcance para prender a Jesús. Pero estas fiestas, es decir la Pascua Judía del año treinta y tres de la vida de Jesucristo era la fecha exacta y precisa. No había esfuerzo humano que no retuviera o que lo adelantara, simplemente estaba la intervención divina. Y nosotros ¿cómo actuamos cuando las adversidades, los problemas y las fatigas nos rodean y no nos dejan avanzar en nuestras vidas?

Dios te bendiga

NO ES CON NUESTRAS FUERZAS