Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

DEVOCIONAL CRISTIANO

SIGUIÉNDOLO DE LEJOS

Las corridas de toros se ven mejor desde las barreras.

HAY algo que siempre nos persigue y no podemos evitarlo, nuestra sombra. El problema es cuando pretendemos seguir a Jesucristo desde la sombra y no metiéndonos en el ruedo por el miedo al qué dirán, por la vergüenza que nos da que nos acusen de extremistas o fanáticos o por cualquier tipo de excusa que nos haga vivir un cristianismo light, el cual es, muy común en estos tiempos. Cuando decidimos tener un estilo de vida cristiano, debemos comprender que serán muchas las dificultades y las pruebas que nos sobrevendrán. Pero que, por ningún motivo podemos darnos el lujo de abandonar nuestra fe y desde luego, negar la acción salvadora de Jesús de Nazaret en la Cruz del Calvario.

“TRAJERON, PUES, A JESÚS AL SUMO SACERDOTE; Y SE REUNIERON TODOS LOS PRINCIPALES SACERDOTES Y LOS ANCIANOS Y LOS ESCRIBAS.”

Marcos 14. 53 RV60

El Apóstol Pablo dijo: Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. En este caso, para el juicio de Jesús, sus testigos fueron sus mismos verdugos. Es lamentable comprobar que aquellos que deberían preservar los estatus divinos y reconocer los tiempos de Dios, no fueron sensatos para reconocer que el Dios encarnado, estaba delante de ellos y lo peor de todo, que ellos mismos lo condenarían a muerte, solamente porque él estaba mostrando el verdadero significado del Reino de Dios. Al fin y al cabo, ellos, es decir los Escribas, Fariseos y la corte religiosa del momento, siempre siguieron a Dios desde lo más lejos posible, haciendo un dios a su imagen y traduciendo o interpretando la Palabra a su conveniencia.

“Y PEDRO LE SIGUIÓ DE LEJOS HASTA DENTRO DEL PATIO DEL SUMO SACERDOTE; Y ESTABA SENTADO CON LOS ALGUACILES, CALENTÁNDOSE AL FUEGO.”

Marcos 14. 55 RV60

Pedro no estaba siguiendo a Cristo desde la sombra y aunque no era consciente en el momento, estaba dando cumplimiento a una promesa dada por Cristo, que el seria sacudido por el adversario. Pero Pedro superaría es prueba, porque él estaba asustado siguiendo de lejos los hechos que le acontecerían al Maestro, pero nunca se pudo en duda su lealtad y pasión por extender el Reino de Cristo. Y nosotros, ¿cómo quedaríamos de bien parados si vienen mañana a zarandearnos las tinieblas de la misma manera que lo vivió Pedro?

Dios te bendiga

SIGUIÉNDOLO DE LEJOS