Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

DEVOCIONAL CRISTIANO

UNA CUESTIÓN DE APTITUD

Cambiar el mundo pasa por cambiar primero mi mentalidad.

DENTRO del proceso de madurez cada uno de nosotros, transitaremos por cada uno de los canales necesarios. Nadie nace aprendido y desde luego, la experimentación será la mejor escuela que tengamos. Sam Chand dijo: “los aprendices podrán trabajar en la iglesia, mientras los aprendidos no tendrán iglesia dónde trabajar”. La oración y el ayuno debería ser por así decirlo, el ingrediente único y necesario en la vida de todo el ser humano. Desde luego, hago hincapié en la vida del cristiano, lo curioso es que justamente como cristianos, somos los que menos invertimos en la reflexión con Dios, la meditación de en Su Palabra, el ayuno para el control corporal. Esto lo digo en comparación con otras creencias como las orientales qué, realmente tienen en consideración esa aptitud de oración y ayuno como estilo de vida. Ellos no reniegan, ni se ocultan para hacerlo. Todo lo contrario, les gusta hacerlo cara al público demostrando así, no solo en lo que creen, sino que predican con su ejemplo a los demás.

“VINO LUEGO Y LOS HALLÓ DURMIENDO; Y DIJO A PEDRO: SIMÓN, ¿DUERMES? ¿NO HAS PODIDO VELAR UNA HORA?”

Marcos 14. 37 RV60

Hoy analizó este versículo y sinceramente comprendo a Pedro. Actualmente mantengo muy agotado por la diabetes, así que aquellas horas de oración que hacía a diario, quedan resumidas a un promedio entre cinco y treinta minutos, y en cuanto el ayuno, solo puedo hacerlo desde las 12 am hasta las 9 am porque debo consumir alimentos cada dos horas. Pero tengo la fe y certeza que Cristo no me pregunta que si no he podido hacerlo mínimo una hora. Lo que sí sé es que lo hago, busco a Dios, leo todos los días y reflexiono constante y mentalmente sobre mi vida y la proyección divina en mí.

“VELAD Y ORAD, PARA QUE NO ENTRÉIS EN TENTACIÓN; EL ESPÍRITU A LA VERDAD ESTÁ DISPUESTO, PERO LA CARNE ES DÉBIL.”

Marcos 14. 38 RV60

No soy un buen ejemplo de individuo santo, todo lo contrario, en muchos de mis escritos hablo de mis inseguridades, miedos y complejos. Pero sé que aquel quién pagó por mí, me ha justificado delante del Padre Celestial y por medio de su Espíritu Santo me guía e instruye para el arrepentimiento diariamente. En esta guerra espiritual del ser humano y el adversario, lo que tenemos garantizado es qué fracasaremos. Pero tenemos la confianza que Cristo, ya pagó la cuenta, nos dio Su victoria como arra de seguridad y tenemos a Su Espíritu como dador de vida. ¿Qué estamos esperando para llevar una vida llena de oración y ayuno como tema y eje central de esta?

Dios te bendiga

UNA CUESTIÓN DE APTITUD