DEVOCIONAL CRISTIANO
LA REALIDAD
Una cosas es lo consideramos y otra muy diferente lo que demostramos.
TODOS nuestros actos tienen consecuencia en nuestras vidas. La palabra de Dios declara: Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz. Lo que somos, al final lo demostraremos. En el argot popular se diría, mostraremos o pelaremos el cobre tarde o temprano. Muchas personas cambian sus estilos de vidas por las eventos especiales los cuales modifican radicalmente su carácter. Por ejemplo, Saulo de Tarso, era conocido por perseguir, maltratar y atacar a todos aquellos que se consideraban seguidores de Cristo. En cierta ocasión de camino a Damasco, tuvo una violenta visión que lo encegueció. Después de esto, él conoció verdaderamente a Dios, por eso él pregunto: Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Después de la pregunta y el reconocimiento de la autoridad de Jesucristo, Saulo ahora seria conocido como el Apóstol Pablo. Saulo pasó de perseguidor a escritor y en este caso, hoy leemos sus obras y las conocemos como la teología Paulina.
“ACERCA DE SU HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUE ERA DEL LINAJE DE DAVID SEGÚN LA CARNE,”
Romanos 1. 3 RV60
A Pablo le sucedía lo que nos ocurre a muchos de nosotros sabemos de Dios, pero no lo conocemos. Job dijo: De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Y esto fue exactamente lo que le sucedió al Saulo. Él conocía perfectamente la Escritura y era muy devoto, pero no conocía a Dios. Quizá, por eso él declaró: Me circuncidaron cuando tenía ocho días de nacido, soy israelita y pertenezco a la tribu de Benjamín. Soy hebreo y mis padres también fueron hebreos. La ley era muy importante para mí, pues yo era fariseo. Estaba tan dedicado a la ley y las tradiciones de mi pueblo que perseguía a la iglesia, y nadie podía reprocharme nada porque siempre obedecía la ley. Al final, Saulo demostró quién era realmente. Conoció a Cristo y esto cambió totalmente su vida.
“QUE FUE DECLARADO HIJO DE DIOS CON PODER, SEGÚN EL ESPÍRITU DE SANTIDAD, POR LA RESURRECCIÓN DE ENTRE LOS MUERTOS.”
Romanos 1. 4 RV60
Las condiciones de nuestro nacimiento, no debería condicionar lo que podemos llegar a ser. Jesús de Nazaret nació como Hijo de Dios, pero la resurrección lo confirmó. Él sostuvo durante un tiempo el Secreto Mesiánico, pero el hecho que él resucitará demostró su divinidad. Ahora bien, ¿Cuál es la parte que nos corresponde? ¿Cuál será ese hecho extraordinario que nos hará conocer a Cristo? ¿Todos nuestros actos reflejan a Cristo viviendo en nosotros?
Dios te bendiga.
LA REALIDAD
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el libro: “CÓMO ENTENDER QUE EL SACERDOCIO PRODUCE EN MÍ, HOMBRÍA”, a través de este enlace:
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