Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO -EL ULTIMÁTUM

DEVOCIONAL CRISTIANO

EL ULTIMÁTUM

Lo que le consejo no pudo hacer, ni las promesas dieron, las malas experiencias lo harán.

NADIE esta libre de tener un corazón endurecido y ser por un momento, ser un incrédulo. Lo que es un error, es ver la serie de evidencias que nos manda Dios y no creerle. El pecado está, si es que cabe esta palabra, es no considerar a Dios como el Todopoderoso y destronarlo para que nuestras inseguridades gobiernen en nuestros corazones y nos dejemos guiar por las dudas, temores o todo lo contrario, nos dejemos guiar por nuestras arrogancias y pretensiones que nada tienen que ver con el mensaje de Dios y de su Reino. Cuando Pedro fue llamado para ser zarandeado, después que Cristo oró para que él lo superara, este fue el dialogo que se suscitó: —Te aseguro —le contestó Jesús— que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces. —Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro—, jamás te negaré. Es decir, Jesucristo le dijo: Pedro, te lo he advertido y no has creído, lo que está en las escrituras, se ha de cumplir, por lo tanto, por la experiencia tendrás que aprender a creerlo.

“ELLOS FUERON Y LO HICIERON SABER A LOS OTROS; Y NI AUN A ELLOS CREYERON.”

Marcos 16. 13 RV60

Y unos días después, estamos en la misma situación. Jesucristo ya había resucitado. Él lo anunció por medio de las mujeres que lo fueron a honrar y los discípulos no les creyeron a ellas. María Magdalena quien también tenía el mensaje, fue menospreciada por los discípulos, por lo tanto, Jesús se presentó delante de otros dos discípulos los cuales tampoco fueron escuchados, sino que también fueron malentendidos y subestimados. Entonces, una vez más, lo que no se acepta por el consejo, ni por las promesas bíblicas, la experiencia nos lo hará entender y vivir.

“FINALMENTE SE APARECIÓ A LOS ONCE MISMOS, ESTANDO ELLOS SENTADOS A LA MESA, Y LES REPROCHÓ SU INCREDULIDAD Y DUREZA DE CORAZÓN, PORQUE NO HABÍAN CREÍDO A LOS QUE LE HABÍAN VISTO RESUCITADO.”

Marcos 16.14 RV60

¡Qué triste, para entender tiene que ser el propio Dios quien los nos diga! No alcanzamos a calcular las cantidades de veces que Dios nos habla y nos advierte sobre un asunto específico y nosotros no le hacemos caso. Dios puede utilizar los medios que él requiera para que nosotros acatemos sus ordenanzas. Lamentablemente, si no es por medio de un ultimátum no escuchamos, es decir, no obedecemos. Dios sabe qué solemos obedecer bajo presión, pero ese no es el modelo que Dios desea que vivamos; Cristo se entregó sin decir, ni refutar. Jesucristo se entregó simplemente por amor en obediencia al Dios el Padre. Tomemos este ejemplo y hagamos la vida de Cristo un ejemplo a seguir.

Dios te bendiga

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