Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO -LA ANSIEDAD

DEVOCIONAL CRISTIANO

LA ANSIEDAD

Esta sociedad líquida es cada vez más es la sociedad frágil.

ESTAR frente a un ataque de ansiedad es una cosa muy seria, sobre todo si estas delante de un familiar o ser amado. La impotencia de no saber que deparará el futuro, una situación que causa mucho terror y otras circunstancias hacen que las personas se paralicen, se olviden como respirar y hasta en ocasiones pierden el control de los fluidos corporales, provocando por ejemplo hiperventilaciones y salivaciones excesivas, parálisis muscular, descomponiendo corporal, espiritual y el alma de quien la está sufriendo. Afectando naturalmente a todas aquellas personas que les aman y les están rodeando. Pero la falta de control sobre el futuro es consecuencia directa de una falta de planificación, del olvido de los propósitos divinos y la falta de fe en Dios. Estos ataques de ansiedad lo podrán vivir, tanto cristianos cómo aquellos que no quieren reconocer el poder de Dios en sus vidas.

“PERO ID, DECID A SUS DISCÍPULOS, Y A PEDRO, QUE ÉL VA DELANTE DE VOSOTROS A GALILEA; ALLÍ LE VERÉIS, COMO OS DIJO.”

Marcos 16. 7 RV60

El terror se apoderó de las primeras evangelizadoras que conocemos, recordemos qué Evangelio significa “traer las buenas nuevas de la salvación”. Este ángel solo estaba allí para reafirmar todo lo que previamente Jesús de Nazaret estuvo hablando acerca de sí mismo y de lo que debía ocurrir. Pero ellos, los discípulos fácilmente olvidaron y que desde luego, los colocaban una posición de inseguridad y miedo. Por esto, ellos, estaban escondidos y las únicas personas valientes, fueron estás mujeres. De todas maneras, ahora, la ansiedad estaba intentando tomar control de sus vidas.

“Y ELLAS SE FUERON HUYENDO DEL SEPULCRO, PORQUE LES HABÍA TOMADO TEMBLOR Y ESPANTO; NI DECÍAN NADA A NADIE, PORQUE TENÍAN MIEDO.”

Marcos 16.8 RV60

Ellas estaban manifestando un ataque de ansiedad en toda regla. No hablaban aunque tenían un mandato divino. Temblaban y se paralizaron físicamente, a pesar de ser las primeras testigos del mayor milagro la resurrección del Maestro. Ahora, les toca a ellas, permitir que el Espíritu Santo tome el control de sus vidas y actué en ellas. De la misma manera, nosotros debemos permitir el actuar del Espíritu de Dios, que nos de vida y nos influya para que sigamos extendiendo el Reino de Dios y así, seamos libres y traigamos la libertad a los demás.

Dios te bendiga

LA ANSIEDAD