Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

DEVOCIONAL CRISTIANO
UN DESASTRE NECESARIO

Para qué nos sirve los oídos si no queremos escuchar.

SI tuviera que cualificar los errores del ser humano, consideraría que la idolatría es el peor de ellos. Cuando entendemos adecuadamente la definición de la idolatría, encontramos: El significado bíblico de idolatría se refiere en términos bíblicos a la adoración de un Dios que es falso o que está sustituyendo al que es el verdadero. Este término también quiere decir que alguien puede estar adorando a divinidades extranjeras, o creaciones artificiales en lugar de al creador verdadero. Entonces, soy idolatra cuando convierto la imagen o esencia de Dios a mi imagen o deseo sin tener en cuenta quién es él realmente. Por ejemplo las personas que consideran que Dios debería actuar de una manera específica y si no lo hace se enojan con él, realmente son idolatras. Porque ellos desean realmente que Dios haga lo que sus corazones dictan, así sean buenas acciones. Que los planes de Dios se salgan de las convenciones de salud o economía esperadas, causa que los seres humanos se hagan ese “dios” a su gusto, deseo o capricho para hacer de las suyas, convirtiéndose así, en unos idolatras.

“ENTONCES EL VELO DEL TEMPLO SE RASGÓ EN DOS, DE ARRIBA ABAJO.”

Marcos 15. 38 RV60

Puede ser que Dios permita que las personas vivan situaciones duras como en el caso de Job. En otros casos, veremos que el adversario nos pide para zarandearnos y hacernos caer y así perder nuestra fe en Dios. Pero, sea como sea, cuando el corazón del ser humano se pone duro como una roca y no quiere reconocer lo que Dios dice por el consejo, tampoco acepta lo que dice las profecías escritas, entonces es allí, es ese preciso momento cuando, algo se tiene que rasgar en nuestras vidas para que reconozcamos nuestra necesidad de Dios y del poder del Reino de Dios, por lo tanto por la experimentación escucharemos lo que Dios nos dice. En este caso, el velo se rompió de arriba a abajo, pero a nivel personal: ¿qué necesitamos que rompa en nuestras vidas para reconocer que solo Dios es suficiente y necesario para nosotros?

“Y EL CENTURIÓN QUE ESTABA FRENTE A ÉL, VIENDO QUE DESPUÉS DE CLAMAR HABÍA EXPIRADO ASÍ, DIJO: VERDADERAMENTE ESTE HOMBRE ERA HIJO DE DIOS.”

Marcos 15. 39 RV60

Dos hechos portentosos sucedieron al morir Jesús de Nazaret:

1- las tinieblas cubrieron la atmósfera de manera global.

2- el velo que separaba el lugar santo del lugar santísimo, se rompió de arriba a abajo.

Esto lo vivió y experimentó el centurión romano. Pero, él no estaba más lejos que de la realidad que hoy vivimos todos nosotros. Necesitamos que se rompa algo en nosotros para salir de las profundas tinieblas y reconocer que Jesús de Nazaret es el auténtico Hijo de Dios. Él murió por cada uno de nosotros para darnos la vida eterna que nos prometió y que ya está en disposición de todos aquellos que deseen reconocer su señorío y majestad.

Dios te bendiga

UN DESASTRE NECESARIO