Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

DEVOCIONAL CRISTIANO

UN GRAN GRITO

Hay que tener las fuerzas y ganas para hacer las cosas.

LA ansiedad es uno de los mayores males que ataca a esta sociedad y especialmente a esta generación. La falta de esperanza y fe en lo que ha de suceder, es lo que más daño está haciendo a nuestros jóvenes cada día. Por eso, vemos que la tasa de suicidio juvenil ha aumentado y parece ser que el síndrome de “Hikikomori” se hubiera extendido por todo el mundo. No importa de qué país estemos hablando, ya sea en Occidente o en Oriente, los jóvenes cada vez tienen menos ganas de vivir y se rinden fácilmente ante las adversidades. La falta de tener a Dios guiando los corazones de esta generación, es una factor más a tener en cuenta en contra de ellos.

“Y CORRIÓ UNO, Y EMPAPANDO UNA ESPONJA EN VINAGRE, Y PONIÉNDOLA EN UNA CAÑA, LE DIO A BEBER, DICIENDO: DEJAD, VEAMOS SI VIENE ELÍAS A BAJARLE.”

Marcos 15. 36 RV60

Como en otros escrito he dicho, Jesús de Nazaret, ha de ser nuestro modelo a seguir. Hasta ahora y en estos últimos estudios, hemos leído las diferentes humillaciones, dificultades y el martirio que tuvo que vivir Jesús por nuestra libertad. Todo un mundo difícil de superar. De este estudio podemos tomar dos enseñanzas básicas: la primera es que si Jesús de Nazaret soportó las humillaciones, el martirio, el agotamiento, la deshidratación, la negación de sus discípulos, la traición de uno de sus mejores amigos, el desconocimiento de los suyos a los que vino a liberar, no fueron motivos suficientes para tirar la toalla, sino todo lo contrario, se aferró a la fe en el Padre para entregarse sabiendo que en él, estaba toda la esperanza puesta.

“MAS JESÚS, DANDO UNA GRAN VOZ, EXPIRÓ.”

Marcos 15. 37 RV60

La segunda enseñanza es: por más oscuro que esté todo a nuestro alrededor y por más imposible que veamos la superación de una barrera, siempre habrá esperanza y fe. Si tenemos a Dios guiando nuestro pasos, podremos tranquilamente confiar en la promesa sacerdotal que dice: El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz. Descansemos de la misma manera que lo hizo Jesús de Nazaret en la fe del Padre y entreguemos totalmente a él. Gritemos buscando a Cristo y volvamos a vivir con la juventud y vitalidad que deberíamos tener.

Dios te bendiga

UN GRAN GRITO