CONFORME A TUS OBRAS
Solo dos opciones: vida o muerte y esa es
nuestra decisión.
DE vez en cuando me
aterro de lo que leo en las Escrituras. Pues, al reflexionar acerca de lo
terrible que es caer en el juicio de Dios y las consecuencias de ello, me pone
muy nervioso y hace que todo mi cuerpo se entremezcla por el mero concepto de
tener que beber la ira de Dios. Justo en ese momento recuerdo que, he aceptado
la justificación de Jesucristo en la Cruz del Calvario y que él, antes de su
sacrificio, en el Huerto de Olivos, él se tomó la copa de la Ira de Dios: diciendo:
Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad,
sino la tuya. Mas adelante, en el Libro de Apocalipsis veremos que esa
única copa, en realidad fueron mucho más que una: Oí una voz que desde el templo
decía a gritos a los siete ángeles: «¡Vayan y derramen sobre la tierra las
siete copas del furor de Dios!».
“PERO POR TU DUREZA Y POR TU CORAZÓN NO ARREPENTIDO, ATESORAS PARA TI MISMO IRA PARA EL DÍA DE LA IRA Y DE LA REVELACIÓN DEL JUSTO JUICIO DE DIOS,”
Romanos 2. 5 RV60
Somos el cúmulo de nuestras decisiones. Es decir, si toda la vida hemos
sembrado violencia, en algún momento cosecharemos esa violencia sembrada. En el
caso contrario, si lo que hemos sembrado es amor, gozo, paz, tranquilidad, no
nos preocupemos, en el momento justo y oportuno, vamos a recoger cada uno de
los frutos de esas semillas que hemos sembrado. De allí que me aterre leer
pasajes bíblicos que me recuerdan lo pecador que soy, de cuanto he defraudado a
Dios y lo peor, es que se qué en mi condición humana, buscado al Perfecto, voy
a caer, voy a equivocarme muchas veces.
“EL CUAL PAGARÁ A CADA UNO CONFORME A SUS OBRAS.”
Romanos 2. 6 RV60
Uno de los problemas de la humanidad es que nos creemos dioses y que ponemos
a dirigir nuestras vidas a nuestro gusto, deseo y capricho sin importar si
obedecemos a Dios o no. El otro problema es que jugamos con Dios, porque como
declaró el profeta: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
Decimos y nuestros actos son totalmente contrarios a lo que acabamos de
declarar. Otro ejemplo que entraría perfectamente es, no nos tomamos en serio
lo que sembramos y pretendemos cosechar amor cuando en lo que hemos invertido
es el odio, por ejemplo. Arrepentírtenos es la única solución y Dios nos pagará
conforme a nuestras obras.
Dios te bendiga.
CONFORME A TUS OBRAS
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sociales o a través de estos contactos, tu petición.
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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente
de Cristo que ya está en ti.
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