ES PARA LOS DEMÁS
Sembramos, cosechamos tanto para nosotros como
para los demás.
EN la ley de Dios dada a los judíos había un apartado en la cosecha que dice: Cuando seguéis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella ni espigaréis el sobrante de vuestra mies; los dejaréis para el pobre y para el forastero. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. Así pues, los judíos sabían que la bendición era tanto para ellos, como para personas desconocidas pero que estaban enteramente necesitadas, tanto física como espiritualmente. Entonces, ¿por qué como cristianos nos encerramos en nuestras congregaciones y no compartimos las bendiciones que Dios nos ha dado? ¿Por qué como individuos nos olvidamos de la gracia y misericordia con la que hemos sido tratados por Dios y no le damos a los demás de las misma oportunidades que él nos da? Dios había escogido al pueblo de Israel para que fuera un foco de luz para todas las naciones de alrededor. Tanto fue así que, Dios permitió que ellos se ubicaran en un punto estratégico de la Cuarta Creciente. Este lugar geográfico comprendía desde Mesopotamia es decir Irán, hasta el Egipto que hoy conocemos. Todas las naciones de Oriente que deseaban comercializar con Occidente, debían de pasar por Israel. Por eso, ellos tenían toda la opción para estar evangelizando en cualquier dirección de la tierra conocida. Lamentablemente ellos, en vez de hacer a Dios cercano a las otras naciones, hicieron su propio Guetto, aislando a Dios y sus bendiciones para las naciones. De este modo, la ley de la siembra y de la cosecha, también se está corrompiendo.
“PERO NO QUIERO, HERMANOS, QUE IGNORÉIS QUE MUCHAS VECES ME HE PROPUESTO IR A VOSOTROS (PERO HASTA AHORA HE SIDO ESTORBADO), PARA TENER TAMBIÉN ENTRE VOSOTROS ALGÚN FRUTO, COMO ENTRE LOS DEMÁS GENTILES.”
Romanos 1. 13 RV60
El Evangelio que el Apóstol Pablo ministró era
primero para los judíos. Pero ellos, después de no aceptar las Buenas Nuevas de
Salvación, Pablo fue dirigido por el Espíritu Santo a aquellos que deseando
estar en la presencia de Dios y no podían hacerlo por las estrictas reglas
religiosas del judaísmo, lo hicieran, ellos eran, los que los judíos menospreciaban con el
dicho: “los gentiles”. Hoy vivimos en una sociedad inclusiva y exige toda una cultura
alrededor de todo esto. Sinceramente, estoy de acuerdo con la mayoría de
argumentos que dan. Porque durante muchos años, como cristianos hemos maltratado
a los seres humanos porque no tienen a Dios como su Señor. Y este hecho, en vez
de ser una salvaguarda, en realidad se ha convertido en un hecho de maldición para
nuestras propias vidas. Acaso, ¿seguimos creyendo que este tiempo de
virtualidad en las iglesias ha sido gratuita? ¿Vamos a seguir echando la culpa
a los demás y no vamos a ver la parte que nos corresponde?
“A GRIEGOS Y A NO GRIEGOS, A SABIOS Y A NO SABIOS SOY DEUDOR.”
Romanos 1. 14 RV60
Que versículo tan desafiante, somos deudores delante
de Dios y delante de todos los seres humanos. Si, deudores porque no hacemos
justicia a la Cruz del Calvario y a la Resurrección de Cristo Jesús. Dios es
fiel y nos ha amado y perdonado. Hoy podemos arrepentirnos y corregir nuestros
caminos y hacer del Evangelio, un estilo de vida al alcance de todos los seres
humanos. Recordemos que Dios nos observa por lo que seremos y no por quienes
somos ahora mismo.
Dios te bendiga.
ES PARA LOS DEMÁS
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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo
revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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