DEVOCIONAL CRISTIANO- UNA BUENA ESPERANZA

 DEVOCIONAL CRISTIANO

UNA BUENA ESPERANZA

Es un buen tiempo para el amor, la entrega y el sacrificio.

HOY es un buen día para estar en familia y compartir tanto los buenos momentos, como los momentos de dificultad que hubiéramos tenido en este año. Hoy es 24 de Diciembre y como tal, miles de millones de personas cristianas nos reunimos alrededor de una mesa y disfrutar de todos aquellos que realmente amamos. Porque entorno a la familia es que comienza el tiempo de natividad. Hoy deberíamos emular aquella familia hebrea que confió en el poder de Dios para ser utilizados cómo los padres del Hijo de Dios. Hoy deberíamos traer a nuestras memorias que justamente por este nacimiento, fue posible que hubiera una vida entregada al servicio del ser humano: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

“PORQUE UN NIÑO NOS HA NACIDO, UN HIJO NOS HA SIDO DADO, Y LA SOBERANÍA 

REPOSARÁ SOBRE SUS HOMBROS; Y SE LLAMARÁ SU NOMBRE ADMIRABLE CONSEJERO, DIOS PODEROSO, PADRE ETERNO, PRÍNCIPE DE PAZ.”

Isaias 9:6

Hoy celebramos el Evangelio de Cristo. No deberíamos decir que un día de Diciembre nació nuestro redentor, en todo caso, podríamos situarlo a mediados de año. Pero, los seres humanos nos hemos puesto de acuerdo para decir que hoy queremos festejar en memoria del Hijo de Dios su nacimiento terrenal. Pues, por su gracia y amor, Jesucristo fue cien por ciento hombre, tal cómo fue, cien por ciento Dios. Hoy podríamos decidir aceptar a Cristo en nuestros corazones y así permitir que el nazca en nosotros y disfrutar del gozo de la Salvación que solo Cristo nos proporciona.

“PORQUE OS HA NACIDO HOY, EN LA CIUDAD DE DAVID, UN SALVADOR, QUE ES CRISTO EL SEÑOR.  Y DE REPENTE APARECIÓ CON EL ÁNGEL UNA MULTITUD DE LOS EJÉRCITOS CELESTIALES, ALABANDO A DIOS Y DICIENDO: GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS,

Y EN LA TIERRA PAZ ENTRE LOS HOMBRES EN QUIENES ÉL SE COMPLACE.”

Lucas 2: 11; 13 y 14

Está en nosotros tener esta buena esperanza en nuestros corazones. Será pues, nuestra decisión aceptar el nacimiento del redentor o no. Esta fiesta no se trata de la proclamación de un dios antiguo egipcio o de la mesopotamía como tratan de sugerir algunos. Debemos considerar la pureza de nuestro corazón de alabar a Dios tal como lo hicieron estos pastores junto con todos los ejércitos celestiales que les acompañaban. Disfrutemos de la familia que tengamos, por mínima que esta sea, o por el momento difícil que estemos atravesando, porque Dios nos prometió: El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, junto a aguas tranquilas me lleva. El Señor me reconforta, me conduce por caminos rectos haciendo honor a su nombre. Aunque camine por valles sombríos no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan. Ante mí preparas una mesa delante de mis enemigos, unges mi cabeza con aceite y mi copa rebosa. El bien y la bondad estarán conmigo todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor durante días sin fin.

Dios te bendiga.

UNA BUENA ESPERANZA

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.a