DEVOCIONAL CRISTIANO - ME ENGAÑÓ Y ME MATÓ

 

DEVOCIONAL CRISTIANO

ME ENGAÑÓ Y ME MATÓ

La desgracia llega por no hacer nada en la vida.

EL rey Salomón es bastante conocido en todo el mundo. No solo se trata de llevar un estilo de vida especifico, toda la humanidad, en algún momento de la vida, tiene que proclamar alguno de sus dichos, frases, salmos, reflexiones, etc. Uno de sus grandes consejos dice: Obedece mis palabras, hijo mío; guarda en tu mente mis mandamientos. Obedece mis mandamientos y enseñanzas; cuídalos como a las niñas de tus ojos, y vivirás. Átalos a tus dedos, grábatelos en la mente. Haz de la sabiduría tu hermana, haz de la inteligencia tu amiga. Ellas te librarán de la mujer adúltera, de la extraña de palabras seductoras. Tengamos presente que Salomón, cuando dijo este proverbio, estaba guiado por el Espíritu de Dios y él sabía que errar al blanco, puede ser agradable y dulce, pero que al final a lo único que nos conduce es la desgracia en nuestras vidas.

 

“Y YO SIN LA LEY VIVÍA EN UN TIEMPO; PERO VENIDO EL MANDAMIENTO, EL PECADO REVIVIÓ Y YO MORÍ.”

Romanos 7.9

 

El Evangelio de Cristo, nos hace recordar la imperiosa necesidad de morir día tras día para que, la Mente de Cristo, sea revelada y activada en cada uno de nosotros. La idea de poder hacer lo incorrecto, para muchas personas puede ser bueno. Por ejemplo, para las personas que les gusta tener relaciones extra matrimoniales, solo piensan el placer momentáneo que les produce en el cuerpo el estar sexualmente con otra persona que no sea su pareja. Pero la consecuencia directa de este hecho, de este errar al blanco, es quedarse solo, coger cualquier enfermedad de transmisión sexual o un embarazo no deseado etc.  lo difícil es amar y mantenernos fieles a lo que nos hemos comprometido, delante de Dios y delante de quien es nuestra pareja para toda la vida. 

 

 

“Y HALLÉ QUE EL MISMO MANDAMIENTO QUE ERA PARA VIDA, A MÍ ME RESULTÓ PARA MUERTE; PORQUE EL PECADO, TOMANDO OCASIÓN POR EL MANDAMIENTO, ME ENGAÑÓ, Y POR ÉL ME MATÓ.”

 

Romanos 7.10-11

 

Errar al blanco, equivocarnos o simplemente pecar, nos produce un placer momentáneo, pero es un engaño. El adversario es conocido como el padre de la mentira y, ¿qué cosas buenas pueden salir de aquel que es considerado cómo el dueño del engaño y de la mentira? No caigamos en sus garras y vivamos la libertad que solo Cristo nos da.

Dios te bendiga.

ME ENGAÑÓ Y ME MATÓ

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.