DEVOCIONAL CRISTIANO - POR QUÉ DARLE GRACIAS A DIOS

 

DEVOCIONAL CRISTIANO

            POR QUÉ DARLE 

            GRACIAS A DIOS

Una vida alejada de Dios, es la peor decisión de nuestras vidas.

Filipenses 4. 6-13:

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los seres humanos. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Estos son los 3 sencillos puntos del por qué tenemos darle a Dios: las promesas divinas, nuestra necesidad de hablar con Dios y de hablar de todo con él, el valor de las cosas divinas. Como culmen de esta enseñanza seria bueno dejar una pequeña tarea y es reflexionar en las 38 preguntas que le hace Dios a Job. Y si naturalmente podemos dar respuestas a estás preguntas divinas, comprenderemos nuestra absoluta dependencia a Dios y comprenderemos qué por todo lo que tenemos en la vida, tenemos que dar gracias a Dios.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias: En nuestras vidas, debemos tener claras cuáles son las promesas divinas que nos van a influenciar y  cuáles son las que podemos reclamar a Dios. Todas las promesas que están descritas en la Biblia son para todos aquellos que hemos aceptado el poder de Cristo redimiéndonos en la Cruz del Calvario. Sin embargo, debemos saber qué algunas de estas promesas, estarán condicionadas tanto al consentimiento divino como una interacción de parte nuestra. Por ejemplo, cuando nosotros nos preocupamos por cualquier cosa, dando espacio a la duda y al temor, Dios no tiene la obligación de responder. Esto incluirá claramente nuestra necesidad de hablar con Dios diariamente y desde luego, tenemos que hablar con Dios de todo. Hablar con Dios no es necesariamente una conversación de pedidos y suplicas, a Dios le interesa toda nuestra vida y desea que nosotros compartamos con él acerca de los problemas a nivel mundial y que nosotros podemos solucionar. De esta manera, daremos gracias a Dios en toda situación y veremos cómo esas promesas divinas, darán cumplimiento en el momento que cada uno de nosotros estemos preparados.

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. No se trata pues, de pensar en positivo. Estamos hablando de la necesidad de pensar en las cosas buenas que Dios ya nos ha dado y por lo qué debemos dar gracias: la vida, un sistema digestivo en buen estado, la economía que nos mantiene hasta ahora, la pareja, la familia, el trabajo, las alabanzas, las oraciones ya contestadas, las cosas buenas que vendrán al recibir la respuesta, y un larguísimo etc.

 

Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Por ultimo, amemos todo lo que Dios nos da. Muchas de las bendiciones las perdemos por no ser agradecidos y por amar lo que Dios nos da. No sabemos apreciar el valor de las cosas divinas y perdemos el control de nuestras bendiciones por no amar lo recibido. Por ejemplo la salvación, es el máximo don y regalo divino, pero muchos de nosotros lo menospreciamos cuando erramos en la decisión que tomamos. No valoramos cuánto le constó a Dios el Padre ver a su Hijo Jesucristo, sufrir en la Cruz del Calvario.

Dios te bendiga.

POR QUÉ DARLE GRACIAS A DIOS

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.