DEVOCIONAL CRISTIANO - DECÍDETE

DEVOCIONAL CRISTIANO

DECÍDETE

Está en nuestras manos, nadie debe decidir por nosotros.

ESTAMOS acostumbrados a echarle la culpa a los demás. Por ejemplo, en las guerras, los malos son las que las pierden, cuando en realidad, la culpa es de ambas partes. En el reciente caso en contra de Boing, en el accidente de Yakarta las partes implicadas, lo primero hicieron fue, pretender que la aerolínea Leon, era la directamente responsable. También, se atrevieron hablar en contra del piloto del JT610. Para no hacer más largo esta parábola, la resolución final fue, que Boing en vez de invertir en actualizar componentes, recicló inadecuadamente tecnología, ocultando a las compañías la necesidad de hacer entrenamientos pertinentes para su nuevo MAX. De está misma manera, cada uno de nosotros, solemos echarle la culpa a todo mundo en vez de asumir nuestras propias responsabilidades, algunos incluso, como en el caso de Adán y de Eva, le echaran la culpa de Dios de las malas circunstancias: Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Aquí es cuando podemos pensar y reflexionar: ¿Quién creó la serpiente?

“PORQUE EL OCUPARSE DE LA CARNE ES MUERTE, PERO EL OCUPARSE DEL ESPÍRITU ES VIDA Y PAZ.”

Romanos 8.6

El Evangelio de Cristo, al hacerse realidad en nuestras vidas, nos hace tomar conciencia de que somos pecadores. De esta manera, comprendemos que ha sido nuestra responsabilidad todo lo que hemos hecho, ya sean buenas o malas nuestras acciones. Pensemos, en el caso de un matrimonio, la responsabilidad de mantener una buena relación es totalmente compartida, es decir, es 100% responsabilidad tanto del hombre como de la mujer. Por lo tanto, todo problema ante un divorcio, los dos son 100% culpables.

“POR CUANTO LOS DESIGNIOS DE LA CARNE SON ENEMISTAD CONTRA DIOS; PORQUE NO SE SUJETAN A LA LEY DE DIOS, NI TAMPOCO PUEDEN; Y LOS QUE VIVEN SEGÚN LA CARNE NO PUEDEN AGRADAR A DIOS.”

Romanos 8.7-8

Entonces, debemos decidirnos: ¿estamos comprometidos con Dios o no? ¿Estamos dispuestos a reconocer nuestras irresponsabilidades y arrepentirnos? ¿Vamos a darle prioridad a seguir la voluntad de Dios o vamos a continuar dándonos gustos caprichosos en nuestras vidas? ¿Vamos a permitir que Su Espíritu Santo nos guíe adecuadamente en nuestras vidas?

 

Dios te bendiga.

DECÍDETE

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.