DEVOCIONAL CRISTIANO- ¿QUIÉN NOS LLAMÓ?

 

DEVOCIONAL CRISTIANO

¿QUIÉN NOS LLAMÓ?

Nunca alcanzaremos a conocer a Dios, para ello, tendremos la eternidad.

UNA de las mayores características de Dios es el amor. Pero, pretender entender el amor de Dios es una tarea imposible de cumplir. Cómo teólogos, nunca podremos dar conclusión a esta tarea. Creo, firmemente que, para ello, Dios nos da la eternidad. Son muchas las evidencias del amor de Dios por la humanidad, desde los albores de la misma, Dios se preparó por así decirlo, para todo aquello que pudiera suceder con el ser humano. Leemos en el Génesis, que quién abandonó la senda de Dios fue el propio ser humano. Pero, en el Evangelio de Cristo, leemos que fue el propio Dios quien, dejando su gloria misma, se hizo hombre y se entregó en sacrificio perfecto, para recuperar al propio ser humano, a pesar que fue el mismo quien, deliberadamente, rechazó a Dios mismo.

“PORQUE A LOS QUE ANTES CONOCIÓ, TAMBIÉN LOS PREDESTINÓ PARA QUE FUESEN HECHOS CONFORMES A LA IMAGEN DE SU HIJO, PARA QUE ÉL SEA EL PRIMOGÉNITO ENTRE MUCHOS HERMANOS.”

Romanos 8.28

Cuando aceptamos el Evangelio de Cristo, lo que estamos haciendo es, aceptar el amor de Dios por la humanidad: Dios, primero se propuso amar al ser humano y lo declaró como la Joya de la Creación. Y cuando el ser humano aceptó el gobierno de la tinieblas, Dios mismo se determinó a recuperar la Joya de su creación. Para ello, Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, Dios mismo, pagó todo posible tributo para reconciliar al ser humano con Dios.

“Y A LOS QUE PREDESTINÓ, A ÉSTOS TAMBIÉN LLAMÓ; Y A LOS QUE LLAMÓ, A ÉSTOS TAMBIÉN JUSTIFICÓ; Y A LOS QUE JUSTIFICÓ, A ÉSTOS TAMBIÉN GLORIFICÓ.”

Romanos 8.30

¿Somos nosotros los que nos encontramos con Dios? ¿Somos nosotros los que aceptamos a Dios? O siendo sinceros, ¿es Dios quien nos amó, buscó y reconcilió consigo mismo? Y, la única repuesta que cabe es sí: si hoy somos cristianos es porque Dios nos llamó a su amor y pagó, aplanó, recuperó y restauró la relación caída que tenía con el ser humano. Hoy, tenemos la obligación de extender el reino de Cristo, para que, miles de personas se acerquen a aquel que nos llamó a su luz admirable, para demostrarnos su amor.

 

Dios te bendiga.

¿QUIÉN NOS LLAMÓ?

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.