DEVOCIONAL CRISTIANO -SIN PRETENSIONES

 

DEVOCIONAL CRISTIANO

SIN PRETENSIONES

No nos consideremos superiores nadie. 

                    YA son muchos los años que llevo de vida cristiana. Son casi tres décadas asistiendo a diferentes congregaciones. He podido participar de las más tradiciones cómo la Católica y la Presbiteriana hasta las más Pentecostales tal como Life Church. En casi todas ellas, se da demasiada importancia a los títulos de los líderes. Es decir, si eres Pastor, Director de Alabanza, Líder de Jóvenes, etc. parece ser que, este rango te da cierto toque de distinción o estatus, la cual da una condición especial frente a los demás miembros de la congregación. Pero, ¿qué pasa cuándo esos líderes por trabajo o por estudio deben de cambiar de ciudad, por ende de congregación? ¿Dónde queda ese rango o distinción de la cual gozaban en su anterior congregación? Voy a darles la respuesta que puedo desde mi propio testimonio: no pasa absolutamente nada. En la nueva iglesia, se ha de comenzar de nuevo, y eso implica, calentar silla y a partir del trabajo, darse a conocer y servir a dicha iglesia, hasta que las bases que tenemos en Cristo, nos den la autoridad que necesitamos. Lo que sí sé es que, si se llegan con pretensiones, no se va a lograr nada. 

“BIEN; POR SU INCREDULIDAD FUERON DESGAJADAS, PERO TÚ POR LA FE ESTÁS EN PIE. NO TE ENSOBERBEZCAS, SINO TEME.”

Romanos 11. 20

El Evangelio de Cristo, en este caso escrito por el Apóstol Pablo, si bien es cierto que nos dan muchos derechos, también nos da también obligaciones. El propio Apóstol Pablo dijo: Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado. 

“PORQUE SI DIOS NO PERDONÓ A LAS RAMAS NATURALES, A TI TAMPOCO TE PERDONARÁ.”

Romanos 11. 21

Luchar contra la religiosidad que nos rodea, comienza por quitarnos de encima esas falsas pretensiones que tenemos. Si quién tenía madera para presumir de algo, es decir, Jesús de Nazaret no lo hizo, ¿qué tenemos nosotros para ser pretensiosos sabiendo que él fue quién nos salvó, redimió y nos dio vida nueva? 

 

Dios te bendiga.

SIN PRETENSIONES

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.