DEVOCIONAL CRISTIANO
BUENAS EXIGENCIAS
Amor con hambre no dura.
QUÉ difícil resulta amar de manera impuesta. Soy de la personas que no alcanzan a entender los matrimonios concertados entre las monarcas por ejemplo. Comprendo que algunos convenios son necesarios para la estabilidad socio-cultural de un reino, pero que no se logre amar a la persona que se tiene a su lado, me cuesta mucho de entender. Quizá por ello, los monarcas europeos hoy, siguen la tendencia de casarse por amor y no por estrategia del reino tal como lo hizo Felipe IV con Leticia en España. Dios nos dio la siguiente orden: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. El problema surge cuando tenemos que amar aquellos que nos han hecho daño, es decir, debemos amar a nuestros enemigos. Y esto también es un mandato divino: Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual. Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Aquí hay un dato curioso, Cristo nos dio la orden de amar, pero no nos pide que tengamos amistad con ellos. Así que, la orden de amar a toda la humanidad, es una buena exigencia por parte de Dios para con cada uno de nosotros.
“ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS CON AMOR FRATERNAL, RESPETÁNDOSE Y HONRÁNDOSE MUTUAMENTE.”
Romanos 12.10
Oremos juntos: Dios eterno, en tu Palabra encontramos la afirmación que es imposible amarte si no podemos amar a nuestros prójimos que podemos ver y tocar. Aumentamos la fe para amar a todos y así poder extender tu Reino oh Dios.
Tenemos una palabra apologética que dice: y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Y esa maldad, la podemos también entender cómo la ausencia de manifestación del amor que Dios nos ordena tener por los demás. A Albert Einstein se le atribuye esta frase, la cual explica muy bien este razonamiento: El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos. Es como el frío que se produce en ausencia de calor, o la oscuridad que reina en ausencia de luz.
“NUNCA DEJEN DE SER DILIGENTES; ANTES BIEN, SIRVAN AL SEÑOR CON EL FERVOR QUE DA EL ESPÍRITU.”
Romanos 12.11
Oremos juntos: Padre celestial, en el Padre Nuestro, confesamos que deseamos que en la tierra se haga tu voluntad cómo se hace en el cielo. Por esto, clamamos que nos enseñes a amar los demás tal cómo tu amas a toda la humanidad.
Todo lo que es Dios es amor. Aun la ira Santa de Dios es una forma de manifestación de su amor por increíble que nos parezca. Si Dios nos exige amar a la humanidad, es porque él amó primero. Si Dios nos pide algo es porque él lo realizó previamente. Tengamos fe, creamos a Dios en sus promesas y palabras, y él se encargará de hacer realidad todas las bendiciones que tiene preparadas para cada uno de nosotros.
Dios te bendiga.
BUENAS EXIGENCIAS
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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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