DEVOCIONAL CRISTIANO
CON AMOR SINCERO
Igual que la fe, si no tenemos amor, clamar a Dios es la solución.
VOY a ser vulnerable delante de quienes lean este devocional: mi cuerpo huele muy mal. Sinceramente desde la cabeza hasta los pies, por lo tanto, suelo tener mucho cuidado en mi higiene personal y utilizo colonia o agua de colonia todos los días, no me puede faltar el desodorante y los polvos para los pies. La ropa se debe lavar con antibacteriano, suavizante y olorizante. En invierno la ducha es diaria y en verano, hasta tres veces al día. La boca me la lavo las tres veces al día y suelo mascar muchos chicles. El cuidado de la barba la hago con champú especializado y bálsamo para la misma.
Durante muchos años he trabajado con las personas en condición de calle. Evidentemente, para ellos no es fácil la ducha diaria, ni mantener su ropa limpia. Y ese malestar que sufro por mi olor corporal, lo tengo que vivir en aquellos con los que Dios me manda a trabajar. Esta situación, me enseñó lo que es “El amor líquido de Dios”. Este tipo de amor, el cual no se descubre así de sencillo en la Biblia, se ve reflejado en dos ocasiones: la primera es cuando Jesús de Nazaret se encuentra con el ex-endemoniado de Gadana, él estaba viviendo entre los sepulcros, encadenado y en condición de calle. En segundo ejemplo lo encontramos con la resurrección de su mejor amigo Lazaro; recordemos que María le dice a Jesús que ya “hiede”, pues, Lazaro lleva tres días en el sepulcro. Una vez que resucitó a Lazaro, Jesús dio la orden de lavarlo y vestirlo. ¿Cómo hizo Jesús de Nazaret para soportar ese mal olor? Y mi única respuesta es, él trabajó, con amor sincero, ese “amor líquido de Dios”. Y este tipo de amor es el que reclamo a Dios cuando tengo frente a mí, personas que fácilmente no puedo soportar por sus olores.
“TENEMOS DONES DIFERENTES, SEGÚN LA GRACIA QUE SE NOS HA DADO. SI EL DON DE ALGUIEN ES EL DE PROFECÍA, QUE LO USE EN PROPORCIÓN CON SU FE; SI ES EL DE PRESTAR UN SERVICIO, QUE LO PRESTE; SI ES EL DE ENSEÑAR, QUE ENSEÑE; SI ES EL DE ANIMAR A OTROS, QUE LOS ANIME; SI ES EL DE SOCORRER A LOS NECESITADOS, QUE DÉ CON GENEROSIDAD; SI ES EL DE DIRIGIR, QUE DIRIJA CON ESMERO; SI ES EL DE MOSTRAR COMPASIÓN, QUE LO HAGA CON ALEGRÍA.”
Romanos 12.6-8
Oremos juntos: Papá Dios, sé que me has dado dones, algunos ya los reconozco en mi, ministras que otros sé que darán por revelación por mi trabajo con los demás. Ayúdame Dios mío.
El tener claro los propósitos de nuestras vidas, nos ayudará a llegar a nuestras metas. Tener clara nuestras metas, nos dará la facilidad de trabajar con los dones del Espíritu de Dios potencializando ese ministerio dado por Dios. Y así logramos los sueños de Dios para nuestras vidas: la Extensión del Reino de los Cielos por toda la humanidad y liberando así también, a toda la creación.
“EL AMOR DEBE SER SINCERO. ABORREZCAN EL MAL; AFÉRRENSE AL BIEN.”
Romanos 12.9
Oremos juntos: Mi Dios, anhelo con todo mi corazón amarte solo a ti y de está manera, aferrarme al hecho de hacer el bien, rechazando el mal y todo lo que él envuelve. Deseo extender tu Reino y predicar de tu amor, lléname de tu Espíritu Santo y de amor liquido sincero para llevárselo a todos aquellos que están necesitados de ti.
Por ahora, tenemos de utilizar aquellos dones de los que ya somos conscientes: servir, atender, oír, aconsejar, ayudar, guiar, enseñar, etc. a los demás. Porque, para lo que estamos haciendo actualmente, ya estamos capacitados. Para lo que vamos a realizar, el Espíritu Santo nos capacitará y activará los dones necesarios para que esos nuevos retos y nuevas metas se cumplan. Pero lo que debemos tener muy presente es, hacerlo con amor sincero, con el amor líquido de Dios, tal como Jesucristo lo hizo, tal como la Mente de Cristo, nos lo pide.
Dios te bendiga.
CON AMOR SINCERO
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#evangelizacionmundial
#praytogether
Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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