DEVOCIONAL CRISTIANO - TODO ES DE DIOS

 

DEVOCIONAL CRISTIANO

TODO ES DE DIOS

Solo somos meros administradores de Dios. 

RECUERDO perfectamente de niño cómo me molestaba hablar y entablar una sana relación con personas que adineradas. El problema sinceramente era mio, porque yo, en la mayoría de los casos, me sentía inferior a ellos. Consideraba que toda broma que ellos me hacían, era simplemente para humillarme y recordarme que nací en unas condiciones económicas muy pocas favorables, en comparación a ellos. Y esto provocó que durante mucho tiempo, me acercara a mis amigos adinerados para obtener algún tipo de beneficio de ellos. En este mismo sentido, este resentimiento dirigido a las riquezas, llegó a convertirse en una obsesión. Llegue a reclamar promesas sin sentido a Dios sobre mi vida, desde luego no fueron contestadas, por lo que creció en mi un sentimiento de frustración delante de Dios por no ver esas promesas de prosperidad cumplidas en mí. Pero gracias a Dios, llegó el momento en que comprendí, gracias a la revelación divina, que todo lo que existe fue creado por Dios y por ende, todo esto, le pertenece Cristo y que yo lo había recibido por herencia divina. Por ello, la mayor bendición que podía recibir ya se había cumplido que es la Salvación, y que está, se materializa en: Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.

“¿O QUIÉN LE DIO A ÉL PRIMERO, PARA QUE LE FUESE RECOMPENSADO?”

Romanos 11. 35

En la parábola del hijo prodigo, solemos quedarnos cortos porque no prestamos mucha atención a lo que ocurrió con el hermano mayor: Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Nada, absolutamente nada de lo que poseemos nos pertenece. Todo es de Dios y a él han de volver. Por más que lo demos en herencia a nuestras desendencias. Y si hoy físicamente no tenemos nada, es porque nos sentimos que aquel hermano mayor que nunca tomó lo que el Padre le ofrecía. El Evangelio de Cristo viene para darnos libertad, con ello, acércanos al Padre Celestial con plenos derechos de herencia, porque ya hemos sido bendecidos con todas bendiciones desde los lugares celestiales.

 

“PORQUE DE ÉL, Y POR ÉL, Y PARA ÉL, SON TODAS LAS COSAS. A ÉL SEA LA GLORIA POR LOS SIGLOS. AMÉN.”

Romanos 11. 36

Entonces, ni la salud nos pertenece porque fuimos comprados por la Sangre Preciosa de Cristo. A él, le pertenecemos y nada de los que poseemos es nuestro. El apóstol declaró: Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Y es que solo la Mente de Cristo manifestada en cada uno de nosotros, hará posible esa renovación del entendimiento y podremos disfrutar de las bendiciones dadas por Dios, extendiendo a su vez, el reino de Cristo por donde estemos.

 

Dios te bendiga.

TODO ES DE DIOS

Si quieres que estemos orando por ti, mándanos un mensaje por medio de las redes sociales o a través de este contacto tu petición.

WhatsApp: Tel + 44 7446 424456

@devocionalesponcho

#evangelizacionmundial

#praytogether

Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.