DEVOCIONAL CRISTIANO
CÓMO UNA MADRE
Existen personas a nuestro lado que pasarán sin pena ni gloria.
ESTOY muy orgulloso de tener los papás que tengo. Amo con locura a Bernardo y a Fanny, mis papitos. Sin embargo, a lo largo de los años, he aprendido a amar a otras personas con el mismo sentir que tengo hacía mis papás biológicos. Por ejemplo, los Pastores Antonio y Titi Selma, son para mi, unos papás físicos y espirituales por todo lo que están haciendo conmigo. De la misma manera, tengo un sentimiento especial cómo de papás hacía los Pastores Daniel y Rosita Chamorro, por todo lo que hicieron tanto por mí como por toda mi familia. Por ello, cada vez que puedo, les doy mis gracias a Dios por ellos y, trato de expresar mi gratitud para con ellos, por medio de mis oraciones delante de Dios.
“SALUDEN A RUFO, DISTINGUIDO CREYENTE, Y A SU MADRE, QUE HA SIDO TAMBIÉN COMO UNA MADRE PARA MÍ.”
Romanos 16.13
Oremos juntos: Mí Dios, estos ángeles tan hermosos llamados papás te los dedico una vez más, por favor, dales salud, prosperidad y ayúdalos ahora que están en su edad adulta .
Tal como el Apóstol logro desarrollar esa empatía hacía la mamá de Rufo, nosotros también podemos manifestar el amor hacía personas adultas que han sabido cuidar de nosotros, tal como lo harían nuestros propios papás. En otros escritos, he manifestado el amor hacia mis tías paternas por el esmero que tuvieron hacia nosotros, haciendo que fuéramos parte de sus vidas. Del mismo modo, puedo hablar de mujeres en las congregaciones que nos han dado el mismo amor, cuidado y protección tal como lo hacen con sus propios hijos.
“SALUDEN A ASÍNCRITO, A FLEGONTE, A HERMES, A PATROBAS, A HERMAS Y A LOS HERMANOS QUE ESTÁN CON ELLOS.”
Romanos 16.14
Oremos juntos: Padre Celestial, tal como tu eres el único Papá que necesitamos, permítenos manifestar la honra y el amor necesario para con aquellos que se han dado por nosotros y han sabido cuidar de nuestras vidas con el mismo sacrificio que hacen con sus propios hijos.
Ahora bien, todos tenemos una persona que sin ser nuestra mamá o papá, nos da ese amor, protección y cuidado que necesitamos. Es momento de darles honra y demostrar amor por ellos. No esperemos que sea muy tarde y tal vez, no podamos darles esa honra que se merecen. O quizás, consideremos: ¿somos cómo esos “hermanos que están con ellos” que no se les recuerda, ni es necesario hacer mención de ellos?
Dios te bendiga. Recuerda de compartir este texto a todas las personas que más puedas.
CÓMO UNA MADRE
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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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