DEVOCIONAL CRISTIANO
¿QUIÉN ES ESTE MATÍAS?
Somos hijos de Dios y eso lo dice todo.
EL problema de tener una baja estima es que cualquiera puede vapulearnos. Nuestra falta de identidad en Dios, hace que dudemos cuando tenemos que hacer la Voluntad de Dios. En muchos casos, tendremos que sobreponer la Voluntad de Dios sobre lo popular. En otros casos, tendremos que seguir el consejo apostólicos que dice: A pesar de que soy un hombre libre y sin amo, me he hecho esclavo de todos para llevar a muchos a Cristo. Cuando estaba con los judíos, vivía como un judío para llevar a los judíos a Cristo. Cuando estaba con los que siguen la ley judía, yo también vivía bajo esa ley. A pesar de que no estoy sujeto a la ley, me sujetaba a ella para poder llevar a Cristo a los que están bajo la ley. Cuando estoy con los gentiles, quienes no siguen la ley judía, yo también vivo independiente de esa ley para poder llevarlos a Cristo. Sin embargo, en muchas ocasiones nos tocará quedarnos en un tercer y cuarto puesto, trabajando desde esa distancia, pero, comprendiendo que es Dios quien ha respaldado y dado todo lo que tenemos para su servicio en la extensión del Reino de Cristo.
“Y ORARON ASÍ: SEÑOR, TÚ QUE CONOCES EL CORAZÓN DE TODOS, MUÉSTRANOS A CUÁL DE ESTOS DOS HAS ELEGIDO PARA QUE SE HAGA CARGO DEL SERVICIO APOSTÓLICO QUE JUDAS DEJÓ PARA IRSE AL LUGAR QUE LE CORRESPONDÍA.”
Hechos 1.24-25
Oremos juntos: Papito Dios, Tu reinas desde lo Cielos y dentro de mí corazón, permite que siempre haga tu perfecta voluntad y con ello, demuestre tu amor al resto de la humanidad. Mi deseo es desgastarme por llevar más almas a los pies de Cristo.
Los Apóstoles tenían que escoger a quién debía remplazar a Judas. Por ello, escogieron a un tal Matías. Pero, quién era, quién fue y qué hizo Matías, no está muy claro en los relatos bíblicos que conocemos. No recuerdo haber leído sobre él en los escritos de los Primarios de la Iglesia Primitiva, ni por parte de San Clemente, ni en las Testimonias apostólicas primitivas, en fin. En hecho es que, Matías fue quien remplazó a Judas. Todo lo que pudo hacer este Apóstol de Cristo, no es relevante para nuestra salvación. Sin embargo, Dios hizo su Santa Voluntad con él. Dios habrá recuperado muchas almas por medio de Matías. El Espíritu Santo habrá sanado a muchos por la unción dada sobre él. El Reino de Cristo se extendió por el obrar de Matías aunque no tengamos constancia escrita de ello.
“LO ECHARON A LA SUERTE, Y ÉSTA FAVORECIÓ A MATÍAS, QUIEN DESDE AQUEL MOMENTO QUEDÓ AGREGADO A LOS ONCE APÓSTOLES.”
Hechos 1.26
Oremos juntos: Dios mío, es tu obrar en mi que me lleva a extender y proclamar tu reino. Por favor Dios, no dejes de hacerlo. Sigue actuando por medio de la Mente de Cristo en mi y gobierna totalmente mi vida. Te lo digo en el Nombre de Cristo.
Si, no conocemos los resultados de Matías exactamente, pero, si sabemos que el Espíritu Santo lo tuvo que utilizar de la misma manera que nos utiliza a cada uno de nosotros. No permitamos que el adversario mine nuestra estima y nos destruya, porque Dios fue quien nos liberó y nos dio la vida eterna. Sigamos esforzándonos en fe por extender el reino de Cristo aunque tengamos que hacerlo desde el frente o desde la última línea de batalla.
Dios te bendiga. Recuerda de compartir este texto a todas las personas que más puedas.
¿QUIÉN ES ESTE MATÍAS?
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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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