DEVOCIONAL CRISTIANO - CUMPLIÓ LA PROMESA

 DEVOCIONAL CRISTIANO

CUMPLIÓ LA PROMESA

Nuestras palabras tienen un poder increíble.

    NO hagamos promesas que no podemos cumplir. Si pudiéramos calcular la cantidad de promesas absurdas que hacemos a lo largo de nuestras vidas, nos limitaríamos a no decirlas. Por ejemplo: te amo tanto que te bajaría a luna. Otra muy típica que hacemos de niños: te amaré para siempre. En este mismo carril, cómo papás y mamás hacemos promesas increíbles a nuestros hijos aún siendo conscientes que no podremos cumplirlas. Un viaje de vacaciones a una isla paradisiaca, un estilo de vida sociocultural fuera de nuestro alcance, matar al monstruo de las pesadillas, y un larguísimo etc. son las promesas inocentes, pero en muchos casos, contraproducentes tanto para nosotros cómo para los niños. De esta manera, comenzamos a presentarnos como unos mentirosos e incumplidos delante de nuestros hijos. Otro factor que no tenemos en cuenta es qué, para los niños, nosotros somos la primera imagen de Dios que tendrán. Así pues, si ellos se acostumbran a sus papás que solo mienten y no cumplen sus promesas, puede ser que vean a Dios Padre de la misma manera, un Dios que miente e incumple lo que él mismo dijo.

   

“DESPUÉS DE HABER SIDO ENALTECIDO Y COLOCADO POR DIOS A SU DERECHA Y DE HABER RECIBIDO DEL PADRE EL ESPÍRITU SANTO QUE NOS HABÍA PROMETIDO, ÉL A SU VEZ LO DERRAMÓ SOBRE NOSOTROS. ESO ES LO QUE USTEDES HAN VISTO Y OÍDO.” 

Hechos 2.33

Oremos juntos: Padre Celestial, el refrán dice que tu no eres un ser humano para mentir, ni engañar a nadie. Por lo tanto, todo lo que has prometido ya lo has cumplido por medio de tu Hijo Jesucristo. Mil gracias pues, por tu amor, misericordia y poder derramado en mi a través de tu Espíritu Santo. 

Si, Dios no es un ser humano para mentir. Dios es fiel y si él dijo que lo haría, ciertamente, Dios lo cumplirá si no es que ya lo cumplió. Podemos estar confiados que todas las promesas dadas por Dios en el Viejo Testamento, él cumplió sus promesas en Jesús de Nazaret, por eso, hoy podemos estar seguros de nuestra salvación, redención, sanidad y vida eterna porque hemos aceptado a Jesucristo cómo Dios mismo. A consecuencia de ello, de la aceptación de la divinidad de Jesús de Nazaret, él derramó su Espíritu Santo, Su propio Espíritu sobre nosotros cumpliendo así mismo, lo que él prometió.

 

“PORQUE NO FUE DAVID QUIEN SUBIÓ AL CIELO; PUES ÉL MISMO DIJO: EL SEÑOR DIJO A MI SEÑOR: SIÉNTATE A MI DERECHA, HASTA QUE YO HAGA DE TUS ENEMIGOS EL ESTRADO DE TUS PIES.” 

Hechos 2.34-35

Oremos juntos: Amado Dios, que tranquilidad tan grande es saber que tu haces realidad tus promesas. Sé que estaré contigo por toda la eternidad disfrutando de estar contigo pero también, gozando de la nueva tierra y del nuevo cielo, acompañado de todos tus hijos. Te alabo Dios mío.

Nuestro testimonio de vida es vital para muchas personas que están alrededor nuestro. Por ello, es importante que todo lo que prometamos, lo cumplamos. Si le hacemos una promesa a un niño, por ser niño, cumplamos esa promesa. Del mismo modo, si le hacemos una promesa a un adulto, porque somos adultos cumplamos. Y como es lógico, si le hacemos una promesa a Dios, no tardemos en cumplirla. Porque Dios cumplió la promesa que nos dio mucho antes que nosotros existiéramos.

Dios te bendiga. Recuerda de compartir este texto a todas las personas que más puedas.

CUMPLIÓ LA PROMESA

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.