DEVOCIONAL CRISTIANO - LA EXPECTATIVA CUMPLIDA

 DEVOCIONAL CRISTIANO

LA EXPECTATIVA CUMPLIDA

El límite de nuestra vida está en nuestros pies.

    EN cierta ocasión hablaba con un joven musulmán y le pregunté el por qué no podían creer en Jesús de Nazaret como Hijo de Dios. Este joven hábilmente me respondió con una contra pregunta: ¿puede encapsularse poder del sol en una sola mano? Ni en cien mil manos, le respondí yo. Entonces, ¿por qué pretendes poner el poder de Dios en un solo ser humano? Fue su respuesta. Y este símil es idóneo para comprender el poder de Dios y cómo es el actuar de la soberanía de Dios, pues, Dios no se debe a los conceptos filosóficos humanos, y desde luego, los pensamientos divinos no tienen porque responder a lógica humana. Por último, como nos cuesta tanto comprender la manera de pensar de Dios, nos hacemos falsas expectativas de lo qué Dios va a hacer y consideramos que Dios lo hará de la manera que nosotros lo presupuestamos. Sin embargo, Dios mismo declara: Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza, Jer. 29, 11. Por eso, hoy podemos estar completamente confiados que Dios cumplirá su propia expectativa y no la nuestra.

“ES NECESARIO QUE ÉL PERMANEZCA EN EL CIELO HASTA QUE LLEGUE EL TIEMPO DE LA RESTAURACIÓN DE TODAS LAS COSAS, COMO DIOS LO HA ANUNCIADO DESDE HACE SIGLOS POR MEDIO DE SUS SANTOS PROFETAS.” 

Hechos 3, 21

Oremos juntos: Papá Dios, tu soberanía y poder no tienen comparación. Mi Dios, tu reino es eterno y tu amor por mí, sobrepasa todo entendimiento y comprensión. Por ello, hoy más que nunca, necesito imperiosamente manifestar la Mente de Cristo actuando en mi vida, para no agotarme en mis propias expectativas y desde luego, no pretender poner freno a tu poder y soberanía.

Otra falsa expectativa que tenemos es considerar que Dios va a actuar a en nuestro tiempo. Pero, ¿cómo vamos a pedirle tiempo al único que es eterno? Y es que así de ilusos somos, creemos que Dios entiende de nuestros tiempos, cuando el apóstol Pedro dijo: Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día, 2 Ped. 3,8. En otras palabras, no tenemos ni la más mínima idea de como calcular el tiempo de Dios. A bien, de lo que podemos estar seguros es que Dios antes de actuar, se lo comunicará a sus hijos porque Dios, solo tiene planes de bienestar para con sus hijos. Por eso, en el AT encontramos: En verdad, nada hace el Señor omnipotente sin antes revelar sus designios a sus siervos los profetas, Am. 3,7. Todo lo que Dios prometió, primero se lo prometió a sí mismo y Dios no es ser humano para mentir.

 

“MOISÉS DIJO: ÉL SEÑOR SU DIOS HARÁ SURGIR PARA USTEDES, DE ENTRE SUS PROPIOS HERMANOS, A UN PROFETA COMO YO; PRESTEN ATENCIÓN A TODO LO QUE LES DIGA.” 

Hechos 3, 22

Oremos junto: Jesús de Nazaret, por favor, sigue ministrando mí vida a través de tu Espíritu Santo para que, Papá Dios, me declare sus planes y así, yo generarme falsas expectativas y por ende, no dárselas a los demás. Jesucristo, sigue trabajando en mi ser hasta que llegue a tu estatura, a la de un ser humano perfecto. Te alabo y exalto. Amén.

Sí un ser humano tan lleno de fe cómo lo fue Moisés declaró que se levantaría un profeta de Dios como él, y los judíos no le creyeron a su héroe nacional, ¿por qué vamos a hacer nosotros tan obtusos de no creerle a Jesús de Nazaret que él es el Mesías y Cristo? Sí Moisés mismo en el Monte de la Transfiguración cumplió el mandato divino ordenado allí: Éste es mi Hijo amado, a quien he elegido: escúchenlo, Mat. 17, 5c. ¿Por qué nosotros no nos vamos a postrar ante el poder y majestad de Jesucristo declarando que él es nuestro redentor, salvador y que gracias a él, hoy nuestra relación con Dios ha sido restaurada? No lo dudemos más, Dios cumplió la expectativa y demostró todo su amor por cada uno de nosotros por medio del sacrificio de Jesús de Nazaret en la Cruz del Calvario. Entregamos hoy nuestras vidas a Dios. 

Dios te bendiga. Recuerda de compartir este texto a todas las personas que más puedas.

LA EXPECTATIVA CUMPLIDA

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.